Manuel Guerra Pérez
Periodista Independiente
La Habana. La trágica muerte en huelga de hambre del opositor Wilman Villar Mendoza, demuestra una vez más la política despiadada desatada por el gobierno de Raúl Castro contra los opositores pacíficos en la isla mientras la comunidad internacional continua observando estos hechos desde una prudente distancia.
Villar Mendoza es el cuarto opositor muerto en los dos últimos años en circunstancias que involucran al régimen comunista y a su brazo represivo el Departamento de la Seguridad del Estado.
El primero de estos decesos fatales fue el de Orlando Zapata Tamayo de Holguín quien fue dejado morir agónicamente tras una huelga de hambre de 86 días, en febrero del 2010.
Luego en mayo del 2011, ocurrió la muerte de Juan Wilfredo Soto García, de 46 años, apodado “El Estudiante”, por una golpiza propinada por agentes policiales que le provoco la muerte en un parque de su localidad en Santa Clara.
La misteriosa muerte de la líder y fundadora de las Damas de Blanco, Laura Pollan Toledo, quien entro al Hospital Calixto García por problemas respiratorios y que se complico con un virus dentro de la misma dependencia medica, para morir siete días después luego de mantenerse todo ese tiempo en estado crítico puso en temor a muchos disidentes al acudir a los hospitales en la isla. Laura Pollan encabezaba el movimiento opositor más activo dentro del país.
Ahora ocurre este otro trágico suceso para los disidentes, al ver como es dejado morir él en huelga de hambre el opositor Wilman Villar Mendoza, el pasado 20 de enero, quien había comenzado su protesta desde el pasado 25 de noviembre debido a las pésimas condiciones de su encarcelamiento en la Prisión de Aguadores cerca de Santiago de Cuba donde purgaba una condena de cuatro años.
Dos de estas muertes (las de huelga de hambre) has ocurrido en las prisiones donde los opositores sufren todo tipo de vejaciones y torturas mientras están lejos del alcance informativo. De esta forma el régimen de la Habana da un espaldarazo a su política fratricida contra los disidentes ya que no solo estas trágicas muertes han ocasionado estupor entre los disidentes ya que también varios han sido enviados a prisión, mas los 3,835 arrestos sin precedentes que hubo en el 2011 por problemas políticos según los datos ofrecidos por la agencia Hablemos PRESS dedicada a detallar estos casos.
El acoso, la represión, la persecución constante, las golpizas ocasionadas por agentes de la policía política a los disidentes y los secuestros en plena vía pública que han durado hasta varios días para tratar de amedrentar el espíritu de estos hombres y mujeres que se enfrentan a un despiadado régimen autoritario, deben de cesar, pero para ello la comunidad internacional tendrá que abordar más enérgicamente el asunto sobre los derechos humanos en Cuba, en las más altas instancias internacionales, ya que la cúpula militar que encabeza el general presidente Raúl Castro que hoy gobierna la isla, ha demostrado que no se detendrá y continuara aferrada al poder aunque tengan que continuar con estos crímenes de lesa humanidad.
