Manuel Guerra Pérez
Periodista Independiente
La Habana. La serie del beisbol cubano alcanzo la mitad de su calendario regular con aciertos y desaciertos por parte de directores y jugadores aunque mantiene su expectativa entre los fanáticos.
Los míticos equipos de Industriales (occidente) y Villa Clara (oriente) comandan sus respectivas zonas y van hacia la clasificación de la postemporada mientras se vislumbran como dos de los posibles equipos que discutirán el cetro, sin apartar la vista del poderoso conjunto de Santiago de Cuba, y el último campeón nacional Pinar del Rio.
La nota más llamativa la está protagonizando el conjunto de Matanzas que tras las riendas del director Víctor Mesa se ha visto como el equipo sorpresa del campeonato.
En el ámbito personal los 20 jonrones que ha despachado Alfredo Despaigne oriundo de Granma y que continua demostrando ser el mayor productor de biangulares en las últimas campañas, mas el record que continua aumentando para series nacionales el guantanamero Joenni Southeran de 1 379 lances consecutivos sin cometer marfiladas y con la posibilidad de romper el record mundial de Stuffy Mclnnis, quien acumulo 1 700 en la Gran Carpa. También los 82 ponches del serpentinero Yadier Pedroso, del equipo de Artemisa es un tema para resaltar.
La decisión polémica de subir el box a 15 pulgadas para enfriar los maderos o para mejorar el promedio de efectividad de los lanzadores ha hecho que parezca que ha habido un mejor picheo que en la pasada contienda, mas esto debe ser un arma de doble filo para los toleteros que integren la selección nacional cuando enfrente a equipos de nivel en eventos internacionales con un box a 12 pulgadas.
Los errores continúan siendo el plato fuerte del calendario regular incidiendo la mala calidad de los terrenos en toda la isla, aunque también se han visto demasiadas marfiladas en lances fáciles de los jugadores.
Las expulsiones de jugadores 36 en lo que va de contienda sigue demostrando la indisciplina que predomina en los clásicos nacionales más en ocasiones los réferis han dejado mucho que desear a la hora de impartir justicia.
Las demasiadas ocasiones en que los directores de equipos abusan del toque de bola ha hecho ver muy pobre el empleo técnico –táctico de un deporte que se caracteriza por sus innumerables variantes de juego.
La afición continua llenando los estadios a pesar de que como muchos alegan el beisbol cubano ha ido perdiendo su innegable calidad lo que se ha puesto de manifiesto en los magros resultados internacionales que ha cosechado en los últimos tiempos.
