por Manuel Guerra Pérez
Periodista Independiente
29 de septiembre de 2011
La Habana. Desde el mismo comienzo de la “revolución Castrista” la que ha estado llena de vericuetos y situaciones, nunca tuvo un momento donde su credibilidad fuera tan nula como está ocurriendo en estos momentos en el ámbito local.
La sociedad cubana que ha estado padeciendo de una enfermedad sin nombre, ni descubierta por los más avezados científicos del mundo, está comenzando a sanar, y esto se debe a su lento pero significativo despertar luego de más de medio siglo de letargo sueño. Ya empieza a resultar llamativo como las personas sin importar a quien tienen al lado están protestando contra la política del gobierno de una forma u otra, no importa si es en la parada del Bus, o en la fila del mercado para comprar un pedazo de carne a un alto precio, o cuando ponen por la tele algún programa con sus gastadas mentiras, lo llamativo es que la inconformidad crece por días y cada vez más la cúpula militar que rige el poder en la isla sigue perdiendo adeptos, tal vez muchos crean que es insuficientes este fenómeno, pero lo que sí es encomiástico es que la sociedad está protestando aunque sea a baja voz.
Gracias a que ha habido un poco más de flujo de la información siempre de manera ilegal pero efectiva, las personas escuchan que en la isla han habido protestas de disidentes y se comienza a criticar la agresividad con la que el gobierno ha tratado a sus detenidos, se ha podido observar como las Damas de Blanco son elogiadas por transeúntes que las ven marchar por 5ta Avenida, espacio que ellas con su tenacidad y resistencia han podido ocupar como suyo.
Este es el momento en que todos los movimientos opositores en la isla traten de acercarse más a la sociedad civil, traten de realizar sus actividades reivindicadoras en las calles, en plazas o en parques, ya basta con las reuniones dentro de los hogares para las fotos y para evidencias al Programa de Refugiados Políticos. Todos los que dimos el primer paso, vamos a demostrarles al pueblo que el régimen esta en ascuas, si nos van a detener que sea delante del pueblo si no van a golpear que sea delante de todos.
La dictadura conoce sobre la inconformidad en las calles de los ciudadanos, y no es descabellado pensar que un estallido social se pueda producir. Quienes están a merced del terror están dando órdenes de aumentar la represión y la violencia, temen perderlo todo, los domina el miedo, entonces este es el momento de actuar.